viernes, 7 de enero de 2011

Dieciocho de veinticuatro

Hay una habitación y suceden pocas cosas. En la oscuridad unas líneas claras que son de una figura sobre la cama. Los o-leds se encienden. Los altavoces comienzan a sonar. Una voz lee con dulzura sintética el primer archivo de la playlist, el archivo de texto. Estás en un parque. Un parque grande, enorme, verde, vivo. El parque ya no es cualquier parque, es el parque de las Cruces. Es un parque que has visitado mil veces. Lo sientes cercano y conocido, familiar. Ese es el parque donde os encontrabais muchas tardes. La narración, que resuena en el sueño, le transporta al parque de las Cruces. Y en ese parque la ve. En ese parque ella siempre se encuentra.

En la mesilla de noche un atifaz negro y un tablet esperaban. Antoine tomó el tablet con una mano. El sistema le recomendaba varios programas. Seleccionó Dreamer.

Moviéndose entre los menús pulsó radio, por fecha, siglo XXI, década de los 20, estilo, neojazz, aceptar. Hizo el ademán de posar el tablet en la mesilla, pero dudó. Al poco decidió cambiar los parámetros. Atrás, playlist, Noa, aceptar. Luces, tormenta, sol de invierno, aceptar.

Noa era una lista de reproducción con sólo dos archivos. Uno de texto. Otro de audio.

Antoine apoyó el mando en la mesilla y se colocó el antifaz sobre los ojos. El antifaz era ligero, flexible y muy fino, de tela negra. Oculto en su interior tenía una serie de circuitos y o-leds, pero era tan cómodo como los antiguos, esos compuestos sólo de algodón, del analógico y obsoleto pasado milenio.

La luz se apagó automáticamente y Antoine se echó, se cubrió con el edredón hasta la nariz e intentó dormir. Al poco su respiración se volvió más lenta, más tranquila, más profunda. La vigilia tornó en sueño y quedó inconsciente. Antoine yacía dormido. Su cerebro, formado por millones de neuronas tejidas con billones de sinapsis, había variado su actividad y la corriente que fluía por los axones dibujaba ondas cada vez más lentas, más amplias y más regulares.

Las ondas delta dieron paso repentino a las beta y Antoine comenzó a mover los ojos, por ráfagas, como estallidos, sin abrir los párpados. El resto del cuerpo permanecía inmóvil.

Unos sensores en el antifaz detectaron el movimiento ocular, tranmitiéndoselo a Dreamer, que como un maestro onírico intentará adentrarse en sus sueños.

Hay una habitación y suceden pocas cosas. En la oscuridad unas líneas claras que son de una figura sobre la cama. Los o-leds se encienden. Los altavoces comienzan a sonar. Una voz lee con dulzura sintética el primer archivo de la playlist, el archivo de texto.. Una voz lee con dulzura sintética el primer archivo de la playlist, el archivo de texto. Estás en un parque. Un parque grande, enorme, verde, vivo. El parque ya no es cualquier parque, es el parque de las Cruces. Es un parque que has visitado mil veces. Lo sientes cercano y conocido, familiar. Ese es el parque donde os encontrabais muchas tardes. La narración, que resuena en el sueño, le transporta al parque de las Cruces. Y en ese parque la ve. En ese parque ella siempre se encuentra.

Las sensaciones vienen solas. Brotan entretejidas desde los recuerdos. Brotan anárquicas.

Dreamer monitoriza algunas variables fisiológicas de Antoine. El sistema decide que el sueño está siendo agradable, así que pone en marcha el siguiente nivel.

En el parque una nube tapa completamente al sol. El viento sopla la nube y el sol emerge de nuevo. Este ciclo se repite más veces, cada vez más deprisa, hasta que ya no hay sol sino centellas, hasta que llega un flash. Es la señal. Antoine ha condicionado esa señal y entiende sin más trámite que vivencia un sueño. Sus ondas beta son muy irregulares, próximas a la vigilia. Pero no despierta. Ahora es el dueño de su sueño.

Dreamer ha detectado este cambio en Antoine y acciona el play de la canción.

En el parque comienza a chispear. También sopla un viento que podrían ser violines. Ahora de unos pájaros llegan silbidos como gorgoritos. ¿Es un dudu-á? Se cierra aún más el cielo y los truenos suenan como palabras...

I'm singing in the rain
Just singing in the rain
What a glorious feelin'
I'm happy again


Antoine está confuso, pero maneja su sueño. Esto es la canción se dice. Y siente como le embriagan otras emociones ligadas a esta melodía. Toma la mano de la chica. Lo que era parque ahora es calzada y entre los muros de una callejuela corren a resguardarse. Antoine se siente mojado, no está seguro si le gusta o no. Se mira a la otra mano y sujeta un paraguas. Ella le mira con los ojos como platos que son todo pupila. Comienza a reir. A carcajadas. Las carcajadas se llevan el paraguas por los aires y él, sorprendido, sonríe y se burla de ella. Ahora ríen los dos, han olvidado que llueve. ¿O tal vez no llueve?

I'm laughing at clouds
So dark up above
The sun's in my heart
And I'm ready for love


Dreamer va lanzando una serie de registros para intervenir en el sueño. Antoine eligió algunos parámetros, pero la mayoría son una mezcla entre el azar y las reacciones que el sistema va aprendiendo. Antes sonaron unas carcajadas. Ahora, Dreamer hace que los o-leds del antifaz se iluminen en pequeños destellos de luz azul y blanca.

La llovizna se convierte en tormenta. Hay rayos y hay relámpagos, llueve a cántaros y hay truenos. Ella y él corren por las callejas, divertidos. Se miran y se ríen, no importa estar tan mojados, es un sueño. Surge una marquesina de la nada. Ellos corren hacia allí, por galopar sobre los charcos más que por el cobijo. Pero la marquesina se aleja. Y cuando se detiene, se muta en baldaquín y la seda, que cae en diagonal hecha jirones, empapada parece mechones de pelo oscuro.

Los o-leds se tornan blanco amarillo. El sol alumbra todo. Se secan al instante.

Ella le toma de la mano. Antoine, ¿tú sabes que te quiero tanto?

Él la admira unos instantes. Le mira los ojos y son grandes círculos que se agrandan y se hacen una espiral de colores. Luego le mira los labios. Son carnosos y tiernos. Son un cojín, luego un sofá, luego unas nubes.

Claro que lo sé, Noa, estamos en mi sueño.






Fin




Gracias a Origen (Inception) los sueños se han puesto de moda en mi cabeza. Es una película que recomiendo (maravillosa la idea de anidación de sueños). Luego, para una visión más erudita y poética del soñar, recomiendo Waking life, de la cual he tomado algunas ideas para este texto.


Y por si no recordáis Singing in the Rain, aquí va el vídeo:



EDITO en 2015: resulta que ya empieza a existir esto... http://www.abc.es/ciencia/20141228/abci-descubrimientos-cerebro-201412231813_2.html

1 comentario:

  1. después de leer esta historia tienes que conocer a Steve en A future love story...
    http://www.nextnature.net/2009/02/a-future-love-story/

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