domingo, 18 de agosto de 2013

Se le cierran los ojillos


Se le cierran los ojillos irremediablemente.

-Tienes la lengua de periquito- mientras le toca la punta de la nariz.

Se le cierran los ojillos y rueda por una ladera de verde de hierbas y claros y cañas, allá donde el río.
Rueda y se desliza, por tramos, sin fin -sin fines-. El pasto es ahora un lienzo azul como un pantano, quieto, y ella genera las ondas al pasar. Todo se mueve rápido, pero es tan progresivo que es calmo: rebaja el ritmo de su respiración.

-Que tengas dulces sueños.

Y se apaga la luz.


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