-Oiga, perdone. ¿Sabe dónde queda Magogos?
-¿Magogos? Ni idea, ¿por qué?
-Por poner una bomba.
-Me deja perplejo. Por favor, explíquese.
-Es que me caen muy mal los políticos. Y los que peor me caen son los políticos de Magogos.
-Todo recto, dirección Congreso.
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